Los mejores regalos para los amantes de la repostería
Los mejores regalos para los amantes de la repostería
La navidad está a la vuelta de la esquina. Las calles ya lucen irreconocibles bajo el alumbrado navideño, el árbol ya está colocado en la mayoría de los hogares y las tiendas parecen estar abiertas todas las horas del día, todos los días. Los villancicos, el turrón y las copiosas comidas serán los protagonistas de estas fechas pero sin duda los reyes de la navidad, con permiso de sus majestades de Oriente, son los regalos. La tradición de regalar algo a nuestros seres queridos en esta época se ha extendido a casi todos los sectores que podamos imaginar: moda, belleza, música, cine, juego, gastronomía, turismo, etc. Todo lo que puedas imaginar puedes encontrarlo en una tienda en estos días, desde una figura de R2-D2 a tamaño natural hasta la típica máquina de frutas, cuyo origen se remonta nada menos que a principios del siglo pasado. Absolutamente todo se puede comprar estos días y, como no podía ser de otro modo, el sector culinario es uno de los que más productos oferta en esta época aprovechando el tirón comercial.
Ya os hemos hablado de los mejores obsequios para los amantes del café así que hoy haremos un repaso por los regalos más increíbles (y necesarios) para los aficionados a la repostería. En los últimos años, y gracias a diferentes programas y concursos de televisión, el sector de los postres ha ganado un montón de adeptos, lo que provocó en su día que el mercado se llenase de un sinfín de productos que tenían que ver con este ámbito gastronómico. En la actualidad parece que este boom por la repostería va disminuyendo un poco pero todavía sigue estando en auge, por lo que encontrar en el mercado alguno de los productos que mencionaremos a continuación no será ningún problema.
Los que tengan un presupuesto más reducido pueden optar por regalos básicos pero 100% útiles. Un buen mandil de cocina, con un gran bolsillo delantero, es muy práctico a la hora de cocinar ya que puedes guardar en él algún que otro utensilio que vayas a usar más tarde sin necesidad de ir dejándolos tirados por toda la encimera de la cocina. Regalar un atril en el que colocar la tablet o el libro de recetas también es una muy buena opción si tenemos en cuenta que la repostería es un ámbito de la cocina que requiere una precisión muy exhaustiva, lo que obliga a los cocineros a comprobar los pasos de la receta una y otra vez.
Muchos de los ingredientes de estas recetas vienen expresados en cantidades americanas o inglesas, esto es, en el tradicional sistema de cups, tablespoon, teaspoon, etc. Existen sistemas para hacer el cambio a gramos pero lo que menos le apetece a un repostero o repostera cuando está metido en faena es ponerse a hacer reglas de tres para calcular esta conversión. En este sentido un juego de cucharas con estas medidas será un regalo más que bienvenido en la casa de los aficionados a hacer postres. Los hay en infinidad de tiendas, desde locales especiales a superficies comerciales como Tiger. También en Amazon se pueden adquirir de varios materiales y tamaños, aunque es aconsejable invertir un poco más y comprar un juego de acero inoxidable. Dura más y las inscripciones no se borran al lavarlo.
Aumentando un poco el presupuesto podemos optar por regalar varias bandejas para hacer magdalenas. Las hay para hornear magdalenas de tamaño normal o mini; en cualquiera de los dos casos una sola bandeja (de 12 unidades) se quedará corta ya que generalmente las recetas suelen estar pensadas para hacer dos docenas. Estas bandejas son muy practicas ya que facilitan el trabajo de vertido de la masa a las cápsulas de papel (también las hay de silicona, otro buen regalo barato) y son muy fáciles de lavar. Una buena báscula también será bienvenida por cualquier apasionado de la repostería porque, como ya hemos comentado, trabajar con las cantidades precisas es imprescindible para un buen resultado; lo de cortar la mantequilla a ojo no está permitido entre el colectivo.
Para los más experimentados en la cocina, los que ya llevan en esto de la elaboración de postres un tiempo y quieren dar el salto a recetas más complejas, un soplete también puede ser una buena inversión. Además, este regalo es muy versátil ya que también se puede emplear para la elaboración de platos salados, por ejemplo gratinando o fundiendo queso.
Si el presupuesto con el que contamos es bastante elevado podemos lanzarnos a la compra de uno de los aparatos fetiche de todo repostero: una amasadora o robot de cocina. Los hay de todos los tipos, tamaños y marcas, desde los más básicos que rondan los 50-100 euros hasta las profesionales como las KitchenAid que pueden llegar a los 500 euros con facilidad.
Con cualquiera de estos productos brillarás estas navidades además de ponerle un toque dulce a la vida.